sábado, 9 de octubre de 2010

Si haces el tonto por zonas peligrosas de los animales te puede pasar esto

Si haces el tonto por zonas peligrosas de los animales te puede pasar esto: "
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¡La primera Presidenta de Chile es mapuche!

¡La primera Presidenta de Chile es mapuche!: "
Bueno, en la ficción al menos. Porque en la realidad, sabemos que la primera Presidenta de Chile era aria caucásica de raza blanca. Repasemos. En Marzo de 2006 asumió doña Michelle Bachelet Jeria como Presidenta de Chile, y gobernó hasta el terremoteado cambio de mando de Marzo de 2010. Como su apellido la denuncia, su ancestro por línea paterna no es hispano de pura cepa sino un inmigrante francés, como es la tónica de varios Presidentes de Chile. Bachelet no es por supuesto la primera mandataria a nivel mundial de sexo femenino, pero eligiéndola, Chile tuvo el honor de ganársela a Estados Unidos, país que suele dárselas de liberal y de avanzada, y que en 2008, entre preferir a la mujer o al negro, se quedó con el negro (saliera quien saliera, el chiste de humor políticamente incorrecto estaba servido).

Ahora sí entrando en la materia de este posteo en Siglos Curiosos, lo cierto es que en la novelística chilena ya había aparecido al una Presidenta mujer. Hablamos de la novela 'La Luna para el que la trabaja' de Carlos Ruiz-Tagle. La obra fue publicada por Pineda Libros en agosto de 1973 (¡un mes antes del golpe de estado!), y es una especie de sátira del gobierno de la Unidad Popular (el capítulo 'Venceremos' refiere el lanzamiento de un cohete con dicho nombre, que fue el eslogan de la Unidad Popular, lanzamiento que acaba fracasado, por no hablar del mismo título, paráfrasis del clásico lema socialista 'la tierra para el que la trabaja'). Puede ser considerada como una novela, aunque en estricto rigor son una serie de relatos independientes, escritos en distintos estilos (cuento propiamente tal, cartas, partes policiales, etcétera), con un hilo conductor central, que son los esfuerzos de Chile por lanzar su propia carrera espacial. No existe por lo tanto un personaje central, aunque la mencionada Presidenta se acerque a dicho rol por protagonizar, o al menos ser mencionada, en varios relatos.

El personaje en cuestión no tiene apellido francés como Bachelet, sino mapuche: se llama Pastora Catrileo. Al comienzo vive en medio del mundo campesino mapuche, lugar en el que se instalan los laboratorios de la carrera espacial. Como el propósito del novelista es hacer sátira y no exégesis mitológica, no proporciona mayores datos sobre la carrera de Pastora Catrileo. Sin embargo, puede inferirse que, después de trabajar en la parte técnica de la carrera espacial chilena (que entre tanto lanza satélites artificiales e incluso coloca astronautas en órbita), deriva hacia la política, y acaba siendo elegida Presidenta de la República. El último capítulo es dedicado a los funerales de Pastora Catrileo, más o menos infiriéndose que habría fallecido en funciones.

Por supuesto que no debe tomarse esta novela como profética porque no era su intención predecir cómo iba a ser el futuro, pero tiene enjundia que en la ficción haya sido una castiza Pastora Catrileo, y en la realidad una extranjerizante Michelle Bachelet, la primera Presidenta de Chile. Sin embargo, en algo sí acertó la novela: se mencionan los funerales de Pastora Catrileo como apoteósicos, y se la llega a denominar Madre de la Patria Nueva, lo que es reminiscente de la alta popularidad que tuvo Michelle Bachelet como mandataria, en particular al dejar el cargo.
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