Barbastela, el murciélago susurrador | Imagen: Dietmar Nill (Discover)
Esta es una historia sobre la vieja guerra evolutiva entre murciélagos y polillas. Durante millones de años, depredador y presa han evolucionado para ganar esa pequeña batalla que se libra cada noche en la oscuridad y en la que cada uno cuenta con sus particulares armas. El murciélago, mediante su poderosa ecolocalización, emite pequeños clicks que le indican la posición de la polilla y le permiten atraparlas. Las polillas, por su parte, han desarrollado contramedidas como un oído sensible capaz de detectar los clicks de los murciélagos y reaccionar para evitar la maniobra.
En esta particular pelea (fruto de mínimos cambios durante miles y miles de años, recordemos), las polillas han seguido distintas estrategias. Según la BBC, un estudio de la Royal Society demostró que algunos tipos de polillas son capaces de distinguir entre los chillidos del murciélago que significan que ha sido localizada y los que indican un ataque. Una vez alertadas, algunas polillas optan por una maniobra evasiva (se dejan caer a plomo, por ejemplo) y otras llegan a emitir unos clicks aún más altos para despistar a su atacante.
Este proceso evolutivo, que en Biología se conoce como “carrera armamentista” se da con bastante frecuencia entre presas y depredadores y lleva al desarrollo de las más sofisticadas técnicas. Ahora, un equipo de investigadores de la Universidad de Bristol acaba de descubrir que el murciélago Barbastela (Barbastella barbastellus) ha dado un paso más en esta batalla y se ha especializado precisamente en capturar polillas con oídos sensibles (en su dieta había un 90% por este tipo de polillas, muy por encima del 10% que suelen presentar otras especies).
Pero, ¿cuál es su secreto? Pues resulta que esta especie de murciélago ha desarrollado la habilidad de “susurrar” mientras caza para no ser detectado y sus clicks en la oscuridad son hasta cien veces más silenciosos que el de otros murciélagos. Pero no sólo eso, durante las pruebas, los investigadores monitorizaron a murciélagos y polillas y descubrieron que el Barbastela “baja la voz” a medida que se aproxima a sus víctima, lo que le da una ventaja letal: la polilla detecta demasiado tarde su presencia como para poder escapar.
Lo que han descubierto estos científicos es solo una fotografía en el tiempo, el estado de las cosas en este momento. Probablemente, ambas especies seguirán evolucionando para mejorar sus índices de supervivencia por los más insospechados caminos. En este tipo de batallas, lo normal es que la presa lleve un poco de ventaja ya que, como dice el doctor Goerlitz, uno de los responsables de la investigación, en esta pelea “el depredador sólo pierde la cena, pero la presa pierde la vida”.
Más info y fuentes: Barbastelle bat uses sneaky hunting strategy to catch its prey (Physorg) | Ninja bat whispers to sneak up on moths (Not Exactly Rocket Science) | Bat and moth arms race revealed (BBC)
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