En dos años, en las principales ciudades de Corea del Sur, será normal una velocidad de transferencia de datos que se puede equiparar en terminos prácticos, a descargar una película de 120 minutos en sólo 12 segundos. Lo que ocurrirá en el país en cuanto a conexión, uso y costumbres en la utilización de internet, puede que para la mayoría de los países del planeta, se parezca a una versión algo distante del futuro.
Imagen tylerdurden1
Corea del Sur no es el país en donde se inventa internet, ni es el país con la mayor renta per cápita del planeta, aunque está considerado un país desarrollado. En términos geográficos, podría definirse como un país “aislado físicamente con vecinos como Corea del Norte, o situado en una encrucijada a nivel político entre vecinos cercanos gigantes como China, Rusia o Japón. En comparación, la cantidad de población surcoreana es relativamente baja y la transformación hasta alcanzar parámetros de país desarrollado es bastante reciente. Sin embargo no hubo limitaciones para alcanzar el máximo desarrollo en cuanto a la penetración de internet en su población, a la elevada tasa de transferencia de datos, y el modo en que la revolución de hiperconectividad de internet ha transformado la vida de sus habitantes.
Corea del Sur, es el país del planeta más sorprendente en cuanto a la incorporación de internet. Su uso se ha consolidado de un modo diferente a cualquier otro país del planeta. La curiosidad, es que el nivel de ingresos no ha sido un factor determinante a la hora de adoptar internet: el servicio de conexión es universal (un 94 por ciento de las personas acceden a conexiones de alta velocidad), llega a cada rincón del país, y con una ecuación entre precio-velocidad, que no se puede igualar en ningún otro país.
Corea del Sur también derriba el mito de “aquel que accede primero a una tecnología corre con ventaja”. Por ejemplo, multiplica a Estados Unidos en cuanto a velocidad promedio de las conexiones, alcanzando parámetros notables, y convirtiendo a un gigante como Estados Unidos en un país más caro y más lento. En Corea del Sur, la conexión promedio tiene un costo de menos de 20 dólares al mes, a una velocidad (también promedio) de 14,6 Mbps. Pero también, se pueden conseguir ofertas por unos 28 dólares mensuales con conexiones de 100 Mbps. La tarifa, además, tiene notorias variaciones según el tipo de usuario, y puede bajar de precio de acuerdo a los años de permanencia contratados con el prestador. El sistema, permite liderar por lejos la velocidad promedio de las conexiones a internet del planeta.
grafico en The Next Web
Por su parte, el objetivo para el año 2012 puede dejar rápidamente a la cifra anterior en ridículo: el gobierno de Corea del Sur ya está trabajando para conseguir en dos años velocidades de hasta 1 Gbps. Ante tanta velocidad y eficiencia, en Estados Unidos, algunos medios indagan sobre la fórmula del éxito del acceso a internet surcoreano. Las bases para fenomenal desarrollo son varias: un mercado de prestadores de servicios sumamente competitivo en todo el territorio, una política de “redes abiertas” en donde los proveedores de banda ancha comparten la infraestructura para brindar el servicio (mientras en otros países, las empresas son más reticentes a realizar inversiones en forma conjunta), compitiendo en la captación de clientes y no en el desarrollo de la red, todo esto, sumado a una alta densidad de población que facilita las inversiones (o las rentabiliza rápidamente).
Pero hasta aquí, sólo sentamos las bases de un modelo ejemplar de desarrollo a internet. El gran “secreto del éxito”, no es ni más ni menos, que un estado convencido tempranamente, en equiparar el acceso y desarrollo de internet a un plan masivo de alfabetización. Las políticas agresivas por parte del gobierno para el acceso a internet (facilitando el acceso a la tecnología, a las conexiones, subvencionando el precio de las conexiones más bajas, y lanzando programas para enseñar al ciudadano común a hacer uso de la web para mejorar su vida cotidiana) comenzaron a partir del año 1994. Hoy, no hacen más que cosechar los beneficios de una ambiciosa política a largo plazo con miles de millones de dólares meticulosamente invertidos.
Imagen Ian Muttoo
El último eslabón de un programa exitosos, han sido los propios consumidores, con una admirable predisposición social para adoptar internet como parte de sus vidas. El apoyo familiar a la adopción de internet en la vida cotidiana de cada hogar surcoreano, ha sido la mejor respuesta que el gobierno podría esperar. Actualmente, Corea del Sur lidera el número de conexiones por habitante a nivel mundial, y además, se encuentra a la vanguardia en cuanto a inversión para adoptar nuevas tecnologías de acceso a internet a una muy alta tasa de transferencia (VDSL). Corea del Sur, es líder junto a Japón en la utilización de VDSL, una tecnología que hoy ya es un estandar.
Los efectos de una internet omnipresente en la población
Si nos preguntamos sobre como será el mundo del futuro en cuanto al acceso a la web y sus cambios, sin dudas, al trasladarnos a Corea del Sur tendremos una idea más que aproximada. En un artículo de Bengamin Fulford sobre el mundo hiperconectado de Corea del Sur, hay lugar para las curiosidades: un niño de 14 años de Seúl, roba 35 dólares a sus padres para comprar accesorios virtuales a utilizar en uno de los personajes animados (o avatar) de su imagen en la web. En Corea del Sur, un castigo ejemplar para un niño es un toque de queda hogareño en internet, equiparable a los ratos en el rincón de nuestra infancia. Incluso, el ver televisión en familia puede resultar una experiencia extravagante. Los matrimonios pueden ser infieles como en cualquier parte del planeta, pero aquí, es normal la infidelidad a través de sesiones de videochat. La adicción a internet se trata como un caso de psiquiatría, y los casos extremos, que son los menos, suelen ser parte del repaso de actualidad de un noticiero: padres que llegaron a dejar morir de hambre a su bebé por no despegarse de un ordenador, o un hombre que muere de un ataque cardíaco por la tensión de jugar durante días en red. Son los efectos secundarios de un fenómeno con efectos difíciles de predecir. Hasta aquí, un ilustración de los efectos negativos de la hiperconexión.
En la lista del impacto positivo, en cambio, hay lugar para el asombro y tendencias de lo más interesantes.
Imagen Mosman Library
Un buen ejemplo es el caso de fallecido Roh Moo Hyun, quien llega a la presidencia en el año 2003, tras alzarse con el mayor caudal de votos luego de una campaña viral por internet lanzada por sus propios seguidores. Según se pudo medir en las encuestas, la campaña consigue en pocos minutos un resultado que deja obsoleta cualquier encuesta previa. La sociedad hiperconectada, pasa por alto los tradicionales canales de formación de la opición pública. En otro caso de conmoción política, una movilización convocada a través de redes sociales, puede llegar literalmente a hacer tambalear a un gobierno.
De hecho, en el país ya se habla de conceptos como “democracia digital”, un término que despierta por igual tanto entusiasmo como escepticismo. El peso de internet en Corea del Sur es tal, que amenaza la posible posición dominante de los medios de comunicación convencionales. La sociedad hiperconectada surcoreana, presenta un comportamiento un tanto iconoclasta: en el país, un portal de internet local (Naver) le disputa la supremacía como buscador a Google, y una red social (Cyworld) tiene una masividad que deja a Facebook en inferioridad, o hasta en una posición de desconocimiento.
Otro de los impactos de internet masivo en Corea del Sur, está plasmado en la masividad de nuevas formas de esparcimiento en redes virtuales. El país cuenta con compañías como NCSoft, líderes en desplegar una red mundial de juegos en línea (con más de tres millones de abonados que pagan 25 dólares al mes para pasar horas en juegos virtuales). Los juegos en red, han captado de tal modo la atención de los usuarios (sobre todo más jóvenes), que el gobierno, ha decidido limitar la cantidad de horas de juego por día con medidas tan extremas como prohibir el acceso a los tres juegos virtuales más populares en horas de la noche.
Y ante tanta innovación, la mayoría de las empresas de tecnología del planeta invierten en investigación en el país, utilizándolo como una plataforma de estudio de los comportamientos sociales en el considerado el mayor laboratorio de internet del planeta.
Las nuevas generaciones de nativos digitales nacidas en un entorno de acceso universal a internet, rodeados de aparatos como computadoras y teléfonos móviles, por su parte, son la avanzada de un modelo de sociedad que podría equipararse a una verdadera revolución virtual. Una serie de documentales sobre el tema, desarrollado por la BBC, indaga sobre como 20 años de internet han cambiado nuestras vidas. En particular, el episodio cuatro (Homo Interneticus) está dedicado a entender como las conexiones y el acceso instantáneo a la información está impactando en nuestras relaciones y nuestra forma de pensar.
La generación web, que crece abrazada a un mundo hiperconectado tiene en Corea del Sur su mejor exponente: cuando los niños de hoy entren en la edad adulta, habrán pasado en promedio más de 10.000 horas en línea. No suena exagerado afirmar que en Corea del Sur, “algunos bebés aprenden primero a utilizar un ratón de computadora o un teléfono celular antes que una cuchara”, tal como lo señala Park Jung-hyun, un investigador que asegura que los nativos digitales están actuando y reaccionando de una manera diferente al modo en que lo hicimos la generación anterior.
Mucho se ha hablado también sobre los nativos/ inmigrantes digitales, un concepto que nace en un artículo de Marc Prensky en el año 2001. Los ejemplos nombrados, apenas son indicios del impacto que internet puede alcanzar para cambiar nuestras formas de vida. Corea del Sur, es el mejor laboratorio para convencernos, el campo de entrenamiento más exhaustivo de una generación que está familiarizada con el acceso a internet, que ha aprendido a pensar y procesar la información de un modo diferente, a relacionarse de formas que apenas unos años atrás, jamás habríamos imaginado: Don Tapscott, un conferencista canadiense y autor del libro (Grown up Digital) sobre la generación que está transformando el mundo, va tan lejos como para afirmar: “se trata de la generación más inteligente de todos los tiempos”.
Otras fuentes (además de las enlazadas en el artículo)
Internet en South Korea en Wikipedia
The Adoption and Use of the Internet in South Korea
Wired Korea Psb.org
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